miércoles, diciembre 17, 2008
PENUMBRA HEMBRA Y OTROS DESENCUENTROS DE SHIRLEY VILLALBA
Una poesía nueva y auténtica
Se incorpora (felizmente) a la poesía lírica del Paraguay la obra PENUMBRA HEMBRA y otros desencuentros de Shirley Villalba. El libro, editado por Arandurá, fue presentado al público por el poeta Jacobo Rauskin.
Auténtica en su diversidad, definitivamente diferente en su concepto poético de las demás poetisas, Shirley Villalba escribe poemas cortos, muchos de ellos dolorosos, con un dolor que se instala en los mismos huesos, diría. De ese sufrimiento heroico ha de surgir su mejor poesía, sin embargo, pues las palabras, los versos de Penumbra hembra, “fosforecen” bajo las luces nocturnas.
La obra de Shirley Villalba me hace ver la enorme implicación en el ser humano que tiene el mundo y su lado absurdo, sus sucesos extraños, su hipocresía reflejada en una comedia del teatro mundial (comedia dividida en actos y escenas infinitos ), y su niebla desprendida de las masas blancas e uniformes de los mediocres de siempre.
Desde la aguda observación de la poetisa, sus versos se van alineando a través de esos pequeños caracteres de tinta negra, en la búsqueda de un lector que sepa interpretar su alma, su tristeza, su alegría, su oscuridad y celebración de la luz, todo y tanto a la vez.
PENUMBRA HEMBRA y otros desencuentros se mete en el caracú de la palabra buscando a través de ella explorar en los signos de la existencia humana. A veces, en algunas páginas, encuentro el terror metafísico de una poetisa que intenta encontrar el error, la nada, y la verdad, y me digo: “No. Nada la detendrá. Está en su propia sangre esa corriente de búsqueda e interpretación de los afanes elementales que mueven al hombre”.
Su poesía es nueva, auténtica. En su “penumbra” uno puede hallar luces sorpresivas.
Su tono de persuasión, a mí, particularmente, me hace pensar en muchas cosas. El verdadero poeta -el que no cae en los pobres recursos poéticos de los poemas simplones, flacos de ideas-, el verdadero poeta, repito, nos lleva a cavilar, y a veces, a replantear caminos, situaciones, criterios.
La autora de PENUMBRA HEMBRA y otros desencuentros es una verdadera poetisa.
Shirley Villalba entrevista, tal parece, a la poesía, de cuando en cuando. Ella quiere saber qué papel cumple la poesía en la tierra, hacia dónde dirige sus pasos, cuáles son sus alegrías y tristezas, qué ven sus ojos a la luz del día y en medio de la más absoluta oscuridad, dónde están las respuestas a todas las preguntas.
LEJANÍA
Cierro los ojos y veo
que todavía tengo
una lejanía
adonde llegar.
Cierro los ojos y entiendo
que todavía me espera
otra lejanía
en la cual descansar.
Cierro los ojos y aprendo
que sólo en la lejanía
uno se puede encontrar.
VARIACIONES
Cuando no despierto,
cuando corro
hacia el retorno
de lo que cuento
y suelto el hilo
que me conduce
al viento
suspiro el trecho
que me falta
y finjo que finjo
seguir durmiendo.
Así no sueño,
así camino
sobre mis pasos
arrugados de recuerdos
y estiro el viento
para conducirlo
hacia paisajes
que de a poco invento.
Cuando bostezo,
cuando suelto
las riendas
de todo aire muerto,
cierro los ojos
y me destierro
soplando en mí
una oración
que me recorre
y me envuelve
en la carne
del mismo viento.
Así despierto,
así no finjo,
ni me cuento un cuento,
así me llevo de la mano
a futuros cuerpos,
aspirando del mío
un mensaje silencioso
de silencio
y me reconozco viento
en la desnudez constante
de nacer de nuevo.
Delfina Acosta.
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