Foto: Montevideo, Uruguay.
Análisis de la obra "Ariel" de José Enrique Rodó.
Círculos Latinoamericanos Patria Literaria.
I) Datos biográficos:
José Enrique Rodó (1871-1917). Es el ensayista más destacado del Modernismo, en el Uruguay, y creador del ensayo profético "Ariel", que provocó en 1900 la adhesión incondicional de la juventud hispanoamericana que lo siguió como un breviario de ética. Rodó escribió otros importantes ensayos filosóficos que forman las obras tituladas: "Los Motivos de Proteo", "El Mirador de Próspero" y "Hombre de América".
José Enrique Rodó (1871-1917). Es el ensayista más destacado del Modernismo, en el Uruguay, y creador del ensayo profético "Ariel", que provocó en 1900 la adhesión incondicional de la juventud hispanoamericana que lo siguió como un breviario de ética. Rodó escribió otros importantes ensayos filosóficos que forman las obras tituladas: "Los Motivos de Proteo", "El Mirador de Próspero" y "Hombre de América".
II) Obra literaria:
"Ariel" describe en forma de monólogo la última hora de clase de un profesor universitario, que enseñando como antaño lo haría Platón en la Academia, a la juventud de Atenas, se despide de sus oyentes al terminar un curso bimestral. Su ideología procede de Guyeau y Renán, dos pensadores franceses sugestionados por Grecia, y de la obra de Shakespeare "La Tempestad". El viejo maestro se llama Próspero, así como se llamaba el sabio mago de "La Tempestad" y Ariel es el símbolo de la parte alta y noble del espíritu.
"Ariel" describe en forma de monólogo la última hora de clase de un profesor universitario, que enseñando como antaño lo haría Platón en la Academia, a la juventud de Atenas, se despide de sus oyentes al terminar un curso bimestral. Su ideología procede de Guyeau y Renán, dos pensadores franceses sugestionados por Grecia, y de la obra de Shakespeare "La Tempestad". El viejo maestro se llama Próspero, así como se llamaba el sabio mago de "La Tempestad" y Ariel es el símbolo de la parte alta y noble del espíritu.
El mundo que Próspero exhibe ante sus discípulos es semejante al que vivió el Occidente, cuando la Antigüedad Romana se fusionó con el espíritu del cristianismo y consiguió así, una realidad más elevada que el mundo materializado del Imperio Romano de Occidente. La interpretación y aplicación práctica fueron nuevas y latinoamericanas. América Latina se enfrenta al influjo del utilitarismo norteamericano, al mundo del progreso técnico que es para Rodó un progreso burdo de la materia. Rodó plantea la duda y la inconformidad ante la concepción norteamericana de la vida, porque su objeto es hacernos pensar.
Rodó propone: "Todo el que se consagre a propagar y defender, en la América contemporánea, un ideal desinteresado del espíritu arte, ciencia, moral, sinceridad religiosa, política de ideas debe de educar su voluntad en el culto perseverante del porvenir".
III) Conclusión:
Rodó nos plantea que los latinoamericanos disponemos de facultades más universales para pensar un esfuerzo, antes de doblegarnos al conformismo de una masificación.
Rodó nos plantea que los latinoamericanos disponemos de facultades más universales para pensar un esfuerzo, antes de doblegarnos al conformismo de una masificación.
IV) Bibliografía:
Rodó, José Enrique "Ariel y parábolas". Biblioteca Estudiantina. Edit. Elite. Montevideo.
Souto, Arturo "El Ensayo". Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior. México, 1973.
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