jueves, junio 15, 2006

TREN DE LA NUEVA POESIA LATINOAMERICANA



"AEDES"
De: Ana Gabriela Padilla
(San Salvador, El Salvador, 1984-)




Váyase a saber de su insolencia

quejumbroso díptero de larvas.





Cualquier exclamación es nula:

retuerce su aguja delgada

y zapa las pieles dormidas

cuando los gritos se oyen

desde atrás

–allí–

en la doliente realidad del sueño.





Y es el imán

–sangre de zumos innombrables–

breve sustento

para el vampiro aminorado.





Me niego a la calma

–YO,

arácnido imperfecto–

hasta juntar mis manos

sobre su carne.




"Angustia I"
De: Luis Fernando Alejos Ramírez
(Guatemala, Guatemala, 1980-)


Hablas de la muerte sin reparos

con la distante comodidad

de los tramitadores,



como si no fuera gran cosa




"LA TIERRA"
De: Rolando Kattán
(Tegucigalpa, Honduras, 1979-)


La tierra

Qué sabios los niños

embarrándose de lodo

como costumbre congénita.

Luego crecen

y se preocupan de otras cosas:

casas amantes dinero

cosas

¿Sabrán ellos

que la tierra será su única compañera eterna?







"Desnuda"

De: Sofía Santim
(Panamá, Panamá, 1982-)

“En mis manos la vida del día”

Amina Said



Desnudaré mi alma

a media luz,

para ti.

Voy encender

la estrella más cercana

para que veas

con el reflejo de su brillo

las prendas que caen

de mi corazón.



Sé que me estoy exponiendo,

pero cuando no lo he hecho.

Salgo constantemente desnuda

a la batalla,

sólo que con las luces apagadas.



Esta vez yo iluminaré

los mares,

el viento,

para ejecutar mi última danza;

y mostrarte lo que estuvo

y siempre ha de estar.



En esta mano

guardo todos los besos

que nunca te di.

Entre lo marchito y lo maravilloso,

descansa el impulso perdido.



En esta otra,

la palabra nunca dicha;

el silencio más elocuente

de mis discursos ocultos.



En mi pie izquierdo,

el camino nunca recorrido;

su futuro incierto

y la melancolía de sus aceras.



En mi pie derecho,

el abrazo comprometedor;

su deseo de estar,

de no dejarte ir.



En mi mente

todas las ideas,

sueños, esperanzas,

ilusiones, mi mundo

que nunca habitaste.



En mis labios

el suspiro seco,

la caducidad de su desvelo;

el esfuerzo por alcanzar el cielo

en débiles zapatos.



En mi pecho,

en el centro de mi ser,

dislocado, atolondrado,

y clarividente, tú.

Tú sin barreras,

sin preguntas,

sin ropajes.

Tú sin la distancia,

tan mío

que olvido mi desnudez,

y por vez primera

sin temores,

puedo decir

te quiero.




"Dolor"


De: Eduardo Perez Delrío
(Venezuela, 1975-)

La mar
Es la madre brava
Indomable
No tan azul como parece
Te golpea fuerte y profundo
Sin dejar heridas
Sólo la sal

La sal que se te pega
Que llora los ojos
Y quema la piel




"Audiciones"
De: Ximena Tamarín
(Chile, 1978-)


Me volví de arena y sal susurrando oraciones al viento,
mientras en secreto dialogaban las campanas.
Fuimos cómplices del rito
pero no supimos tallar la huella,
se perdió el recuerdo
se perdió la letra
y se perdió la ruta
donde nuestras voces se encontraban.
Olvidamos las palabras pronunciadas
en el vacío de lo no dicho,
cuando se alejaban los anhelos
en el silencio después del estallido.