jueves, noviembre 20, 2008

SEMOS MALOS DE SALARRUÉ


Néstor Danilo Otero
El Periódico Nuevo Enfoque
No.0 Segunda Época Primera Quincena de Febrero 2007.


"Goyo Cuestas y su cipote hicieron un arresto, y se jueron para Honduras con el fonógrafo. El viejo cargaba la caja en bandolera; el muchacho, la bolsa de los discos y la trompa achaflanada, que tenía la forma de una gran campánula…"

Así comienza, "Semos Malos", cuento que forma parte de los Cuentos de Barro del escritor salvadoreño Salvador Salazar Arrué, mejor conocido como Salarrué (1899-1975).

"Semos malos" es el cuento que trata de un trabajador –Goyo Cuestas–, lleno de ilusiones que emigra junto a su hijo a Honduras, con un fonógrafo, en búsqueda de ganarse la vida. Goyo Cuestas, a consejo del Cura de Santa Rosa, decide cruzar la frontera de El Salvador-Honduras a través de montañas espesas a fin de evadir a los pandilleros que asaltaban a los pasantes que se quedaban en las galeras de los pueblos.
-¡Tata: brán tamagases?...
-Nóijo, yo ixaminé el tronco cuando anochecía y no tiene cuevas.
- Si juma, jume bajo el sombrero, tata. Si miran la brasa, nos hallan.
- Sí, hombre, tate tranquilo. Dormite.
- Es que currucado no me puedo dormir luego.
- Estiráte, pué…
- No puedo, tata, mucho yelo…
- ¡A la puerca, con vos! Cuchuyate contra yo, pué…

"Y Goyo Cuestas, que nunca en su vida había hecho una caricia al hijo, lo recibía contra su pestífero pecho, duro como un tapexco…"

En lo interno de la montaña, el hombre y el niño, se convierten en víctimas de cuatro bandidos que les asaltan, quitándoles el fonógrafo y también la vida. Al tiempo que los pandilleros hacen pruebas para hacer funcionar el fonógrafo, éstos, se deshacen en risa como niños de otro planeta. Prueban uno y otro disco hasta el cansancio.

"Cuando paró el fonógrafo, los cuatro asesinos se miraron. Suspiraron… Uno de ellos se echó llorando en la manga. El otro se mordió los labios. El más viejo miró al suelo barrioso, donde su sombra le servía de asiento, y dijo después de pensarlo muy duro:

- Semos malos.

Y lloraron los ladrones de cosas y de vidas…"

"Semos malos" es puerta de muchas reflexiones, puesto que aborda de manera puntual la falta de condiciones económicas, políticas y sociales que viene padeciendo El Salvador desde hace mucho tiempo, promoviendo entre su gente la migración hacia otras tierras con el sueño de alcanzar una vida digna al punto de que en la actualidad son más de dos millones de compatriotas que radican en el extranjero y que con su esfuerzo envían remesas monetarias y encomiendas de artículos a sus familiares.

Asimismo, no deja de lado, la omisión a la cual todos estamos expuestos y representados en el cura, cuando aun previendo futuras situaciones, nosotros no hacemos nada por el bienestar de los demás. Así también, en el cuento se pone en escena el fenómeno delincuencial y el de la criminalidad, cuestión que nos resulta familiar en nuestros días, dado los altos índices de violencia que respiramos en El Salvador con doce asesinatos diarios.

Sin embargo, Salarrué, nos describe en "Semos malos" la cosmovisión de un mundo armonioso posible, donde los seres humanos podemos superar nuestras faltas a través de un verdadero arrepentimiento. Por tanto, no puede existir una verdadera reconciliación si falta la verdad, la justicia, el amor y la libertad, por muchos que sean los discursos demagógicos.

Aun y cuando Cuentos de Barro vio la luz por primera vez en 1933, y que el país sufrió severas transformaciones en las décadas posteriores, sobre todo, dictaduras militares y levantamientos populares que obstaculizan el desarrollo cultural, esta obra se ha convertido en una de las más leídas en el país y en una digna representante de las letras nacionales en diversas antologías universales.

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