lunes, noviembre 06, 2006

YSUCA:LO UNIVERSITARIO Y LO POPULAR JUNTOS



Por: Carlos Ayala Ramírez
carlosay@buho.uca.edu.sv
(Tomado del Periódico Nuevo Enfoque, El Salvador, C.A)

LAS RAÍCES DE LA YSUCA.

El Periódico Nuevo Enfoque (PNE). - En 1986, el padre Ignacio Ellacuría dirigió una carta a una organización de cooperación internacional holandesa, argumentando la necesidad de que se apoyara financieramente el nacimiento de una nueva unidad de la UCA: la radio. En ese momento (de pleno conflicto armado), se consideraba que la radio de la UCA podría ser un medio eficaz para concientizar y para alfabetizar.


Como es habitual, las agencias cooperantes mantienen una actitud crítica ante los nuevos proyectos. Evalúan su importancia, su viabilidad, su sostenimiento en el tiempo, su incidencia en la sociedad, sus destinatarios, la cuantía de los presupuestos, etc.

En la carta mencionada, el padre Ellacuría responde a algunas observaciones hechas al proyecto, afinando aspectos básicos del mismo. Las explicaciones dadas a la agencia cooperante constituyen, a mi juicio, verdaderas raíces de la identidad de YSUCA. Veámoslo en dos de sus argumentos centrales.

LA NECESIDAD DE UNIFICAR LO UNIVERSITARIO CON LO POPULAR.

En primer lugar, se plantea que la UCA busca montar su propia radio con una finalidad muy precisa: poner el conocimiento universitario a disposición de las clases populares. El nivel universitario, decía Ellacuría, no está en contradicción con programas populares. Porque lo primero se refiere al fondo de lo tratado y a las técnicas radiofónicas, mientras que lo popular de los programas se refiere a las formas de presentar los contenidos y a la participación directa de las mayorías.

Para Ellacuría, este propósito de unir lo universitario con lo popular en un proyecto concreto (la radio), estaba fundamentado en una voluntad y una tradición de la UCA como totalidad: la voluntad de potenciar la labor universitaria en beneficio del pensamiento popular y la tradición de dar voz y presencia a los sectores mayoritarios del país de formas muy específicas. Los comentarios difundidos en la YSAX, la Cátedra universitaria de Realidad Nacional, las investigaciones científicas sobre los principales problemas del país y las publicaciones (ECA, Proceso, Carta a las Iglesias), son algunos antecedentes.

Creo, afirmaba Ellacuría, que se ha demostrado durante años cómo hemos ofrecido nuestros mejores canales al pensamiento popular y, por tanto, no hay razón alguna para dudar de que en la radio haremos lo mismo. Y remataba su argumento con una referencia vital: “hay un ejemplo claro en lo que era la actuación radiofónica de Monseñor Romero, que sabía juntar lo profundo de su pensamiento y de su análisis con el calor humano y la proximidad al pueblo”.

De esto se infiere que el origen de YSUCA, no es producto de un deseado crecimiento institucional, tampoco del puro afán mediático propiciado por la llamada sociedad de la información. La razón es más profunda: poner la fuerza de la palabra eficaz al servicio de las mayorías pobres. Eso implicaba, entre otras cosas, pasar del lenguaje escrito (más elevado y elitista) al lenguaje radiofónico (más asequible y mayoritario).

LA RADIO DE LA UCA: AL SERVICIO DE LA CONCIENTIZACIÓN

En segundo lugar, en la carta se discute cuál debe ser la prioridad de una radio en manos de la UCA: ¿concientizar o alfabetizar? Para Ellacuría, la concientización activa y pasiva era más importante y, desde luego, más urgente que la alfabetización. Por ello, la radio de la UCA debería orientarse prioritariamente a concientizar. El término concientización era bastante usual en ese momento. Con él se hacía referencia a un proceso por el cual el ser humano se constituía en sujeto activo de la transformación del mundo, mediante el dinamismo reflexión-acción, acción-reflexión. Ello implicaba: pasar de la conciencia ingenua a la conciencia crítica, de la ignorancia al saber, de la mentira a la verdad, de la condición de no pueblo a la condición de pueblo, del individualismo a la solidaridad, de la actitud conformista a la actitud liberadora. Para Ellacuría este proceso urgía que se iniciara, incluso antes de conseguir una alfabetización suficiente. Los medios masivos serían estratégicos en este sentido. La radio de la UCA encontraría su razón de ser en el trabajo de concientización.

Hoy día, poco se habla de concientización. Se habla, no obstante, de ciudadanía activa, plena, sociedad civil organizada, participación ciudadana informada, etc. Conceptos que aluden a los contenidos de la concientización, es decir, a la necesidad de formar conciencia crítica, cuidadora, creadora y comprometida. Don Pedro Casaldáliga ha escrito, recientemente, que para construir una auténtica ciudadanía mediática (otra comunicación para otra humanidad), se debe impulsar – entre otras cosas – la concientización. YSUCA, en sus quince años de trabajo, ha procurado estar al servicio de la concientización. Por eso ha buscado ser un canal para la voz de la gente (espacio de expresión y participación ciudadana), ser voz racional (cultivadora de con-ciencia crítica), ser voz ética (cultivadora de la verdad, la solidaridad y la justicia). Y lo ha hecho al modo radiofónico, esto es, mediante formatos, lenguajes y técnicas de producción propias del medio.

Ellacuría terminaba su carta afirmando, a los potenciales cooperantes, que la radio que ayudarían a financiar multiplicaría y popularizaría grandemente la labor de la UCA como totalidad. A 20 años de haberse escrito esa carta y a 15 de haberse inaugurado la radio, podemos decir que YSUCA ha posibilitado el ejercicio de expresión ciudadana a los sectores mayoritarios, verdad sobre la realidad, solidaridad con las víctimas, sentido de lo comunitario y valoración de la persona y de la comunidad humana como sujetos de la comunicación.

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