Poesía en Reconciliación
Poesía en Reconciliación - Sobre III Festival Internacional de Poesía en Granada- Nicaragua 2007
Por Francisco Ruiz Udiel
Claudia, una joven de 23 años que trabaja como doméstica en casa de un amigo, limpia los muebles y a la vez tararea la canción “Paz y Reconciliación”, una versión rapeada y castellanizada de “Give Peace a Chance”, de John Lennon. Esta canción fue usada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) para atraer a votantes en las recientes elecciones de Nicaragua, al mismo tiempo que Rosario Murillo, esposa del candidato Daniel Ortega, usaba unas gafas redondas y oscuras para simular a Lennon.
Claudia forma parte del 38% de los que favorecieron al Frente con su voto y también cree que la izquierda cambiará el país y la sacará de su pobreza. Al igual que ella, muchas personas tienen fe en que un día Nicaragua cambie. Incluso cuando hablo con algunos poetas, ellos contrarrestan mis preguntas abriendo la página del programa del FSLN donde dice claramente que “el Programa del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional no es un programa político. Es un programa cultural”.
Algunos poetas de la izquierda aprueban el triunfo de Ortega y creen que nuevamente se impulsará una Cruzada Nacional de Alfabetización, como la que ocurrió en los años ochenta y que Pablo Freire calificó como un hecho político con implicaciones pedagógicas. Otros poetas, sin embargo, temen que Rosario Murillo, Directora en los años ochenta de la Asociación Sandinista de Trabajadores de la Cultura (ASTC), quiera apoderase de las instituciones literarias y culturales en el país, entre ellas, la Fundación del Festival Internacional de Poesía de Granada. Esta hipótesis se crea a partir de las obvias diferencias que hubo entre Murillo y Ernesto Cardenal cuando éste asumía el cargo de Ministro de Cultura en la época de la revolución. Más tarde en una revista publicada en el año 1990, Rosario Murillo confesaría que el Gobierno sandinista se equivocó en su proyecto cultural, por sus formas organizativas, por no “ventilar” sus diferencias con Cardenal y además, en materia de concepciones alrededor de las “formas de promoción”. ¿Qué garantía, entonces, nos puede dar Rosario Murillo de no equivocarse otra vez?
No sabemos aún cuál será el destino del Festival. Por mi parte, considero que el Festival, que se realizará entre el 05 y el 11 de febrero del 2007, debe mantener su independencia, ya que la idea nació como una propuesta desde la sociedad civil. Además, el Festival no se ha caracterizado por ser un encuentro de poetas de izquierda. De hecho, sus intereses no han sido ideológicos, sino turísticos, al menos así lo contemplan sus objetivos. Por otra parte, a Rosario Murillo y al nuevo Gobierno no le conviene dar una mala imagen a nivel internacional a pocos días de haber tomado el poder, aunque no se descarta que más adelante se empiecen a mostrar las garras, como siempre ocurre en la política.
Ante estos escenarios cabe formularse la pregunta de si el Festival Internacional de Poesía podrá mantener su independencia o tendrá que hacer algunas concesiones al poder para sobrevivir, ya que, como dice el guión del film mexicano La Ley de Herodes, “el que no tranza, no avanza”. De igual forma la izquierda ha tenido que pactar, primero para llegar al poder con el pacto libero-sandinista y ahora tendrá que pactar en la Asamblea Nacional de la República con los diputados de oposición que representan la mayoría en un 58%. No olvidemos también de que las reglas en el nuevo Gobierno no las pone la izquierda sino la cooperación internacional. Como dicen algunos analistas: aquí no ha cambiado nada y la nueva izquierda se convertirá ahora, según el periodista Rodrigo Guevara, en un necesario “rostro progresista” del capitalismo.
La mirada de los invitados
Por otra parte, es importante analizar qué opinan los invitados al Festival de Poesía sobre el actual escenario político de Nicaragua, sobretodo los invitados extranjeros. Para el poeta y artista conceptual guatemalteco Javier Payeras, el escenario es complicado, pero nada distinto de los escenarios de las próximas elecciones en Guatemala, dice en tono cáustico. Payeras también cree que el vacío político en la región es una prueba de nuestra falta de interés por generar propuestas nuevas, por dejar que siempre sean otros los que tomen las riendas. “Pareciera que los intelectuales terminamos siendo inofensivos, o peor aún, decorativos para nuestras democracias de cartón”, afirma.
En tanto, la poeta uruguaya Ida Vitale confía en que, gracias a la democracia, no exista en el futuro una opinión única y monolítica propia de las dictaduras de todas las épocas. Para el poeta norteamericano Steven White, quien está invitado este año a hacer una ponencia ecocrítica sobre la poesía de Pablo Antonio Cuadra, el proceso electoral democrático en Nicaragua es confiable y opina que las acciones de los funcionarios actuales de los Estados Unidos en Nicaragua caben perfectamente en una larga tradición perversa y vergonzosa, esto refiriéndose a las amenazas que hizo un funcionario de Norteamérica de bloquear las remesas de los nicaragüenses si Daniel Ortega ganaba las elecciones. Para el poeta chileno Omar Lara, las recientes elecciones llamaron su atención aunque en lo personal, reconoce, no comprende muy bien las sutilezas de los distintos grupos, sobre todo los “llamados progresistas”. Omar Lara también es bastante crítico con el Gobierno de la llamada izquierda moderada de Michelle Bachelet y respecto de las políticas culturales aplicadas de poner un impuesto del 19% a los libros, haciendo que éstos sean inalcanzables para la mayoría de la población en su país.
Los motivos del Festival
En todo caso, cualquiera que sea el escenario político de Nicaragua, el Festival Internacional de Poesía en Granada recibirá a poetas de más de 42 países invitados para celebrar la poesía a como dé lugar. Los poetas desde ya han empezado a reeditar sus obras, otros viajan desde el interior del país con sus bolsas de dormir y sus guitarras, otros aprovechan la ocasión para insultarse en las lecturas de poesía, y otros, por supuesto, para reconciliarse. Un entusiasmo positivo se mantiene también en poetas invitados del extranjero como es el caso del gran poeta mexicano Marco Antonio Campos, fundador y organizador a la vez del Festival Latino de Poesía en México.
“Me han dicho que Granada es una ciudad preciosa. Siempre tengo, además, el recuerdo de mi inolvidable maestro Ernesto Mejía Sánchez. En los años setenta, de los jóvenes, Julio Valle-Castillo y yo éramos los más próximos a él”, dice el poeta. Campos mira con muy buenos ojos la poesía nicaragüense y dice admirar mucho la poesía de Pablo Antonio Cuadra, Joaquín Pasos, Ernesto Mejía Sánchez y Carlos Martínez Rivas. “Pero el problema también es que sus libros circulan ahora muy poco, como en general pasa, no sólo con los poetas nicaragüenses, sino con los latinoamericanos. Es una vergüenza pero es cierto: los poetas latinoamericanos nos leemos poco entre sí”, lamenta.
En tanto, el poeta español Luis Antonio de Villena también tiene grandes expectativas en su visita al Festival. Sobre el panorama político no opina mucho, pero sí sobre cómo es percibida Nicaragua desde España:
“Nicaragua se percibe como la patria de Rubén Darío, autor que se siente casi como español porque lo estudiamos desde niños. Algo más adelante se considera que Nicaragua es un país lleno de poetas y buenos, aunque la mayoría se conozcan mal. (Es una desdicha la incomunicación mutua entre las dos orillas del idioma). Hace años fue famoso por acá Ernesto Cardenal, ahora menos. Conocí en Madrid -siendo yo muy joven- a Carlos Martínez Rivas, y mucho después prologué la edición de su poesía completa hecha por la editorial Visor hace unos cuatro años. Quizás ahora sea Gioconda Belli la poeta nicaragüense más conocida en España”, comentó Villena.
Gioconda Belli por supuesto, reciente ganadora del Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla 2006 y una de las mejores voces en la poética actual de Nicaragua nos acompañará en este Festival, junto a otros poetas nicaragüenses que también forman parte de una jornada que ya lleva más de dos años y que vale la pena seguir defendiendo, entre ellos, Francisco de Asís Fernández, Nicasio Urbina, Gloria Gabuardi, Fernando Flores, Dieter Stadler, Blanca Castellón, Isolda Hurtado y Pedro Xavier Solís.
Y aunque “no hay nada más peligroso (por sus tendencias homicidas) que la aparente fe en el progreso”, como bien diría Pablo Antonio Cuadra, homenajeado este año en la tercera edición del Festival, yo creo que bien vale apostar siempre por este género desterrado, según Ulises Huete, del paraíso (del mercado), puesto que, con o sin reconciliación, es un género que ha sobrevivido a todos los Gobiernos y además, un género defendido con adusto anarquismo de quienes creen todavía que la poesía ni se vende, ni se rinde.
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